Observar sin modificar la realidad o manteniendo una mirada
distante sobre los hechos, son solo lindas palabras.
Durante todo el año en la Cátedra de Redacción II se habló
del oficio del periodista, la mítica objetividad y cómo debe posicionarse en el
momento de contar o mostrar los hechos.
Seminarios, charlas y debates: ¿Periodista se nace o se
hace?... Sin entrar en clima de discusión, la conclusión es que un buen
periodista camina las calles y sabe hacer de su mirada una verdadera obra de
arte de la comunicación. Ahora, frente a un acontecimiento catastrófico ¿cómo
hace para no interferir entre la realidad y la historia que se cuenta? ¿Para no
expresar netamente su punto de vista?
En el momento en que se decide contar tal cosa en detrimento
de otra, priorizar un comentario de algún ciudadano (profesional o no), al
organizar la información, jerarquizar y discriminar entre lo interesante y lo
que no lo es tanto, se está aportando un punto de vista: la subjetividad. (…)La
subjetivad está presente en todos los niveles de la vida, los seres humanos nos
comunicamos subjetivamente al plantearnos como sujeto de la comunicación (YO),
que se dirige a otra persona (TU/Uds.). Es en y por el lenguaje como el hombre
se constituye como sujeto” (...). (Benveniste
Émile, “El
hombre en la lengua”) Por lo tanto, no se puede hablar sin subjetividad
Un buen comunicador sabe qué contar, pero también reconoce
que para ser confiable y triunfar en su oficio no debe mentir. La objetividad
está presente cuando el periodista respeta los testimonios y la información
verídica; pero contará desde una perspectiva eligiendo los datos que va a poner.
Periodismo de información, de investigación, interpretativo,
informativo, de opinión, nuevo periodismo… todas las estrategias se tamizan y
se yuxtaponen a la hora de escribir.
Pero el periodista no solo se enfrenta al problema de
objetividad, se enfrenta a los intereses corporativos de los medios. Tomando el
caso de Rosasrio3, este no está ajeno a
los intereses económicos; como lo afirma
Sabrina
Ferrarese, que trabaja en este medio.
En Rosario la pelea mediática no es tan fuerte como lo es en
Buenos Aires y los periodistas rosarinos aún guardan algo de generosidad.
Celina Mutti comentó que en seguida te das cuenta cuando hay un notero de la
capital, porque te atropellan sin importar que sos mujer; en cambio entre los
rosarinos se comparten los espacios para que cada uno pueda captar la mayor
parte de los acontecimientos.
Ahora sí hay una gran dificultad en Rosario y es la
dependencia de los medios bonaerenses, a la hora de contar algo que no sucedió
en Rosario o en la región, o la falta de recursos para movilización del personal,
como el caso de RedacciónRosario.
Hoy en día hay libertad de expresión, pero no libertad de
producir medios de comunicación. Esa es la mayor limitación y la causa número
uno de la formación de monopolios, que trae como consecuencia la formación de medios
como industrias y no como puentes entre la realidad y la audiencia.
La Ley
de Medios Audiovisuales, sancionada en 2009, establece un límite de
licencias que puede tener a cargo cada grupo empresario de medios. Un ejemplo
claro que excede dicho límite es el grupo Clarín. El Afsca. legitima a ley que
no es en contra de este grupo, sino a favor del derecho constitucional de
libertad de expresión en toda la Nación Argentina. Muchos otros grupos ya se
adecuaron o están en proceso para lograr la debida adecuación.
El periodismo es para todos, no de todos. No todos pueden
ser periodistas ni, muchas veces, ser uno bueno.
Cuando algún elemento simbólico logra atraer a la gente,
generar sentimientos de solidaridad o atraerlos mediante lazos de identidad
nacional (como el caso de los juicios a los genocidas), los medios toman la
postura de hostigar con ello y no prestarle mucha atención a otros puntos que
quizá son importantes en la agenda también.
Durante semanas hemos visto y leído noticias impresionantes
sobre los desastres ocasionados por el temporal del mes de octubre.
Rosario3 ocupó sus portadas con esto y fueron muchas de
ellas las noticias más leídas del día. ¿Creo seguridad al mantener informada a
la gente o preocupación y sensacionalismo?
Desde el día 22 de octubre hasta el 31 del mismo mes el
diario se ocupó de publicar y mantener al tanto a la audiencia de las consecuencias.
A continuación dos de ellas expuestas por el medio:
- Casas destruidas.
- Piquetes reclamando materiales para la reconstrucción de las viviendas damnificadas.
Las palabras más repetidas en todas las noticias fueron:
- Piquetes/Reclamos
- Temporal
- Destrozos
- Vecinos
Lo que da cuenta que para este medio (Rosario3) lo más importante
fue priorizar la voz de los ciudadanos, aunque en algunas noticias
recurrieron a especialistas para explicar las causas del temporal y el fenómeno
de “El niño”.
En general el tema fue tratado con suma responsabilidad y respeto,
tratando de mostrar a la gente lo que iba
sucediendo y en cierta manera alertando
por una posible reincidencia de lluvias
copiosas. Inclusive se ocuparon de decir dónde podía la gente dirigirse para
ayudar.
La fuente de información principal fueron los testimonios de
los vecinos damnificados y algunas entrevistas
realizadas por Radio2 a los intendentes de la ciudad y región.
Rosario3
movilizó a su personal para ponerse en contacto con los ciudadanos durante los
reclamos. Se ocupó de detallar la situación, exponer por qué se realizaban
los piquetes y defender a los ciudadanos que fueron afectados.
Hubo noticias más largas,
otras más cortas,
pero la mayoría tenía como protagonistas al pueblo. Publicaron una galería
de fotos y videos mostrando los destrozos.
Acá podemos observar una de las lógicas mediáticas a las que
un comunicador debe atarse. Rosario3, del grupo Televisión Litoral, decidió como
medio no solo ocupar la sección Ciudad y Región con noticias relacionadas con el temporal, si
no contar las historias desde los damnificados.
¿Por qué, por ejemplo, no eligió contar la historia desde el
punto de vista de los ciudadanos que se veían afectados por los cortes de
tránsito o saqueos?
Acá nuevamente presente la subjetividad intrínseca. Pero,
por otro lado, subrayó Daniela Sampaolessi,
estudiante de quinto año Comunicación Social: “Es más rentable dedicarse a
mostrar un grupo enorme de gente de clase media baja o baja pidiendo ayuda, que
poner las voces de las quejas de los ciudadanos que no estuvieron afectados por
las lluvias. La audiencia tiende a solidarizarse con esas personas, a seguir
las noticias, porque es algo que los afecta, los apena y los moviliza a querer
saber más”.
Ariadna Saluzzo está en vías de poner su propia radio. El
año pasado realizó un curso de locución y dice estar “muy enganchada con eso”. “Quiero
marcar la diferencia, no pertenecer a ningún monopolio, no atarme a ninguna
bajada de línea, quiero ser original. La audiencia tiende a olvidar los medios
que le brindaron la información, con el tiempo solo recuerdan la noticia pero
borran la fuente. Yo estoy muy apenada, las personas hoy no eligen al medio por
ser confiable, sino por una cuestión ideológica, cuando coinciden con sus
puntos de vistas. Eso no está bueno, quiere decir que algo está fallando. No
podés vivir pensando que estás
de un lado o del otro y no hay término medio”.
El periodismo, como la cultura, se fue transformando en una
gran industria. Se debería volver a las bases y retomar el principal objetivo
que es comunicar.
La palabra es el arma y la herramienta más poderosa del
hombre. Logra, persuadir, generar cambios de opinión, choques de posturas e inclusive
hacer actuar a las personas de determinadas maneras (ya sean periodistas,
profesionales, ciudadanos comunes, etc).
Los medios de comunicación juegan mucho con esa arma, porque
sabe que tienen en su poder la fuerza de convencer y moldear a sus audiencias.
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