viernes, 30 de noviembre de 2012

Periodistas en los medios.


Observar sin modificar la realidad o manteniendo una mirada distante sobre los hechos, son solo lindas palabras.
Durante todo el año en la Cátedra de Redacción II se habló del oficio del periodista, la mítica objetividad y cómo debe posicionarse en el momento de contar o mostrar los hechos.

Seminarios, charlas y debates: ¿Periodista se nace o se hace?... Sin entrar en clima de discusión, la conclusión es que un buen periodista camina las calles y sabe hacer de su mirada una verdadera obra de arte de la comunicación. Ahora, frente a un acontecimiento catastrófico ¿cómo hace para no interferir entre la realidad y la historia que se cuenta? ¿Para no expresar netamente su punto de vista?
En el momento en que se decide contar tal cosa en detrimento de otra, priorizar un comentario de algún ciudadano (profesional o no), al organizar la información, jerarquizar y discriminar entre lo interesante y lo que no lo es tanto, se está aportando un punto de vista: la subjetividad. (…)La subjetivad está presente en todos los niveles de la vida, los seres humanos nos comunicamos subjetivamente al plantearnos como sujeto de la comunicación (YO), que se dirige a otra persona (TU/Uds.). Es en y por el lenguaje como el hombre se constituye como sujeto” (...).  (Benveniste Émile,  “El hombre en la lengua”) Por lo tanto, no se puede hablar sin subjetividad
Un buen comunicador sabe qué contar, pero también reconoce que para ser confiable y triunfar en su oficio no debe mentir. La objetividad está presente cuando el periodista respeta los testimonios y la información verídica; pero contará desde una perspectiva eligiendo los datos que va a poner.
Periodismo de información, de investigación, interpretativo, informativo, de opinión, nuevo periodismo… todas las estrategias se tamizan y se yuxtaponen a la hora de escribir.
Pero el periodista no solo se enfrenta al problema de objetividad, se enfrenta a los intereses corporativos de los medios. Tomando el caso de Rosasrio3, este no está ajeno a los intereses económicos; como lo afirma  Sabrina Ferrarese, que trabaja en este medio.
En Rosario la pelea mediática no es tan fuerte como lo es en Buenos Aires y los periodistas rosarinos aún guardan algo de generosidad. Celina Mutti comentó que en seguida te das cuenta cuando hay un notero de la capital, porque te atropellan sin importar que sos mujer; en cambio entre los rosarinos se comparten los espacios para que cada uno pueda captar la mayor parte de los acontecimientos.
Ahora sí hay una gran dificultad en Rosario y es la dependencia de los medios bonaerenses, a la hora de contar algo que no sucedió en Rosario o en la región, o la falta de recursos para movilización del personal, como el caso de RedacciónRosario.
Hoy en día hay libertad de expresión, pero no libertad de producir medios de comunicación. Esa es la mayor limitación y la causa número uno de la formación de monopolios, que trae como consecuencia la formación de medios como industrias y no como puentes entre la realidad y la audiencia.
La Ley de Medios Audiovisuales, sancionada en 2009, establece un límite de licencias que puede tener a cargo cada grupo empresario de medios. Un ejemplo claro que excede dicho límite es el grupo Clarín. El Afsca. legitima a ley que no es en contra de este grupo, sino a favor del derecho constitucional de libertad de expresión en toda la Nación Argentina. Muchos otros grupos ya se adecuaron o están en proceso para lograr la debida adecuación.
El periodismo es para todos, no de todos. No todos pueden ser periodistas ni, muchas veces, ser uno bueno.
Cuando algún elemento simbólico logra atraer a la gente, generar sentimientos de solidaridad o atraerlos mediante lazos de identidad nacional (como el caso de los juicios a los genocidas), los medios toman la postura de hostigar con ello y no prestarle mucha atención a otros puntos que quizá son importantes en la agenda también.
Durante semanas hemos visto y leído noticias impresionantes sobre los desastres ocasionados por el temporal del mes de octubre.
Rosario3 ocupó sus portadas con esto y fueron muchas de ellas las noticias más leídas del día. ¿Creo seguridad al mantener informada a la gente o preocupación y sensacionalismo?

Desde el día 22 de octubre hasta el 31 del mismo mes el diario se ocupó de publicar y mantener al tanto a la audiencia de las consecuencias. A continuación dos de ellas expuestas por el medio:
  • Casas destruidas.
  • Piquetes reclamando materiales para la reconstrucción de las viviendas damnificadas.
Las palabras más repetidas en todas las noticias fueron:
  • Piquetes/Reclamos
  • Temporal
  • Destrozos
  • Vecinos
Lo que da cuenta que para este medio (Rosario3) lo más importante fue priorizar la voz de los ciudadanos, aunque en algunas noticias recurrieron a especialistas para explicar las causas del temporal y el fenómeno de “El niño”.
En general el tema fue tratado con suma responsabilidad y respeto, tratando de mostrar a la gente lo que iba sucediendo y en cierta manera alertando por una posible reincidencia  de lluvias copiosas. Inclusive se ocuparon de decir dónde podía la gente dirigirse para ayudar.
La fuente de información principal fueron los testimonios de los vecinos damnificados y algunas entrevistas realizadas por Radio2 a los intendentes de la ciudad y región.
Rosario3 movilizó a su personal para ponerse en contacto con los ciudadanos durante los reclamos. Se ocupó de detallar la situación, exponer por qué se realizaban los piquetes y defender a los ciudadanos que fueron afectados.  
Hubo noticias más largas, otras más cortas, pero la mayoría tenía como protagonistas al pueblo. Publicaron una galería de fotos y videos mostrando los destrozos.
Acá podemos observar una de las lógicas mediáticas a las que un comunicador debe atarse. Rosario3, del grupo Televisión Litoral, decidió como medio no solo ocupar la sección Ciudad y Región  con noticias relacionadas con el temporal, si no contar las historias desde los damnificados.
¿Por qué, por ejemplo, no eligió contar la historia desde el punto de vista de los ciudadanos que se veían afectados por los cortes de tránsito o saqueos?
Acá nuevamente presente la subjetividad intrínseca. Pero, por otro lado, subrayó  Daniela Sampaolessi, estudiante de quinto año Comunicación Social: “Es más rentable dedicarse a mostrar un grupo enorme de gente de clase media baja o baja pidiendo ayuda, que poner las voces de las quejas de los ciudadanos que no estuvieron afectados por las lluvias. La audiencia tiende a solidarizarse con esas personas, a seguir las noticias, porque es algo que los afecta, los apena y los moviliza a querer saber más”.
Ariadna Saluzzo está en vías de poner su propia radio. El año pasado realizó un curso de locución y dice estar “muy enganchada con eso”. “Quiero marcar la diferencia, no pertenecer a ningún monopolio, no atarme a ninguna bajada de línea, quiero ser original. La audiencia tiende a olvidar los medios que le brindaron la información, con el tiempo solo recuerdan la noticia pero borran la fuente. Yo estoy muy apenada, las personas hoy no eligen al medio por ser confiable, sino por una cuestión ideológica, cuando coinciden con sus puntos de vistas. Eso no está bueno, quiere decir que algo está fallando. No podés vivir pensando que estás de un lado o del otro y no hay término medio”.
El periodismo, como la cultura, se fue transformando en una gran industria. Se debería volver a las bases y retomar el principal objetivo que es comunicar.
La palabra es el arma y la herramienta más poderosa del hombre. Logra, persuadir, generar cambios de opinión, choques de posturas e inclusive hacer actuar a las personas de determinadas maneras (ya sean periodistas, profesionales, ciudadanos comunes, etc).
Los medios de comunicación juegan mucho con esa arma, porque sabe que tienen en su poder la fuerza de convencer y  moldear a sus audiencias. 

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