María José Skrut y Valentina Pautassi
“Tener las
herramientas tecnológicas para ser periodista, no quiere decir que todos tengan
la capacidad para serlo”, fueron las palabras de Juan Pablo Sarkissian para
definir la difícil labor de escribir para contar la verdad. Lo que nos recuerda
vagamente aquella célebre frase esbozada por José Pablo Feinmann: “Hoy
cualquier boludo tiene un blog”. Con términos poco menos agresivos, Sarkissian
quiso expresar lo mismo. Ser periodista es colocarse una mochila llamada responsabilidad
y encarar la realidad de una manera particular: sin dejar los bagajes
subjetivos, contar lo que pasa con la mayor objetividad posible.
Qué debe
hacer y qué no debe hacer un comunicador fue el eje de la charla organizada por
la Cátedra de
Redacción II, de la carrera Comunicación Social, de la Facultad de Ciencias
Políticas y RRII. También se habló de la diferencia entre el periodismo en web
y el impreso.
El reloj
marcaba las 10:30 de la mañana, ya el sol había dejado de castigar el aula 109
de la UNR , cuando
los asientos fueron invadidos por estudiantes de Comunicación Social. La razón
que llevó a los docentes y ayudantes a coordinar el seminario fue la necesidad
de acercar e introducir a todos los interesados en las prácticas periodísticas y
en el periodismo digital. Para ello convocaron a tres profesionales rosarinos
que se despeñan y luchan cotidianamente en la tarea de comunicar: Sonia Tessa,
Matías Loja y, anteriormente nombrado, Juan Pablo Sarkissian.
Como los
caballeros todavía existen, luego de una breve introducción a cargo de dos
ayudantes, Tessa tomó el mando. Columnista de Rosario3, productora de Radio2 y
Radio Nacional, comenzó con el debate
remarcando la dedicación que se le debe dar al periodismo escrito diciendo que
“es una lucha que hay que ganar todos los días” y para lograr esto hay que
utilizar todos los sentidos y la intuición, no se debe escapar ningún detalle.
Para no
evadir la atención del público que escuchaba con atención, Loja rápidamente
toma la palabra. El redactor del diario digital La Capital prefirió comenzar revelando cómo fueron
sus inicios y cómo batalló hasta “pagar derecho de piso.
La calidez
del medio día se adueñaba del salón, Sarkkisian, cronista del diario La Capital y docente en la
carrera de Comunicación Social, habló
sobre lo difícil que es para el redactor detectar cuál es el hecho noticioso.
Para esto él recomienda: “Hay que preguntarse ¿qué es noticia?” y agrega: “Es
todo una discusión: hay que ver dónde tenemos más recursos o menos recursos,
tiene que ver con la manera subjetiva con la que se construye ese fenómeno”.
Dejando en
claro que ninguno es dueño de la verdad, que solo aconsejan desde su
experiencia y con los saberes que la misma práctica les dio, los disertantes
coinciden en afirmar que hoy los medios son monopolios de poder; no les importa
llevar la verdad, sino comerciar con ella. Un buen escritor debe saber cómo
decir las cosas para que sus publicaciones no sean eliminadas. No importa en sí
lo que se diga, sino cómo se lo diga: la magia de un buen periodista está en su
imaginación y en su manera de ver las cosas; de allí que no haya objetividad
completa posible.
No hay
criterios universales sobre qué es y que no debe ser noticia; no hay un manual
de cómo aprender a mirar el mundo; ni hay leyes que marquen hasta dónde llega
la libertad de expresión del periodista, pero sí el periodista debe tener
cierta ética y sentido común. Existe, en el inconciente colectivo, una moral y
una responsabilidad social que el reportero, notero, locutor, redactor o editor
debe respetar.
No
cualquiera puede escribir para contar la verdad, no cualquiera puede ser buen
periodista, así como no cualquiera puede ser un buen médico. Cada profesión
requiere dedicación, esfuerzo, voluntad. El periodismo no está exento de esas
cualidades.
Luego de una
hora de exposición donde los participantes mostraron total respeto hacia los oradores,
la charla finalizó con un debate interesante con preguntas de los estudiantes presentes
y la respuesta enriquecedora y amable de los especialistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario